Sísmos en México

Recién encontré una entrevista que me hizo el periódico Reforma, apareció en la portada el día 15 de junio de 2005, en torno a los 20 años del sismo de 1985 que golpeó a México destruyendo cientos de inmuebles y dejando a millones de personas damnificadas. Desde esa perspectiva, debemos cuestionarnos sobre el trabajo que se había realizado en esos 20 años para evitar en lo posible el riesgo ante un futuro sismo. Más abajo les dejo la publicación. El punto es que en 2017 en la misma fecha otro sismo golpeó la CDMX causando daños similares, con menos muertes, pero de un impacto psicológico mayor debido a las redes sociales. Eso fue hace cinco años y en este septiembre el mismo día, el 19 de septiembre, otro sismo volvió a golpear la CDMX con menores daños. 

¿A qué podemos atribuir los daños en un sismo? Son varios factores entre los que se cuentan el hipocentro, es decir la profundidad a la que se registra, el epicentro, la ubicación de origen, además de la velocidad, la aceleración, el tipo de sismo, si es oscilatorio o trepidatorio, qué tan lejos es el epicentro. eso en cuanto al sismo en si, pero también es importante el tipo de construcción, si tiene una cimentación profunda con pilas, pilotes, si son de control, si la cimentación es por sustitución, si es una cimentación convencional, mampostería, concreto, etc. la altura del edificio, ya que por ejemplo en el sismo de 1985, la duración fue tan larga que provocó que se desarrollaran dobles "S" en la oscilación de los edificios, creando un cortante al cruzar las dos "S" y resultando en fracturas y colapso. Otro punto a considerar es que el nivel de corrupción en el México de los 70's era tal que en muchas de las construcciones ni siquiera tenían los armados en el acero de refuerzo adecuado, muchas trabes y columnas ni siquiera tenían anillos. 

En ese entonces se construyeron casas que eran periqueras, con 24 m2 de construcción por vivienda, provocando un nivel de vida infrahumano. pero ese es otro tema, nos enfocaremos en la cuestión arquitectónica, urbana y estructural. 

Los mexicanos siempre tienen la cultura de "en proceso" en desarrollo, nunca terminan sus construcciones, vemos manchas urbanas de color gris, porque gran parte de la mancha urbana se encuentra en obra gris, si bien les va, o en obra negra, con muros aparentes, sin aplanados, con las varillas salidas por si después pueden echar otra losa y otro piso, poniendo botellas de refresco boca abajo para cubrir las puntas de las varillas y evitar que se oxiden, pudiendo utilizarlas a la hora de traslapar varillas en columnas o losas. 

desde  1985 a 2017 muchas personas hicieron modificaciones a sus viviendas, remodelaciones en departamentos, edificios, casas. Muchas de ellas sin la menor asesoría o supervisión de especialistas, porque la autoconstrucción aumentó de popularidad. llenando huecos en el suelo que les parecían hoyos, cuando era una losa por sustitución que debería mantenerse hueca para equilibrar las fuerzas de empuje del suelo en cero o bien anclando nuevas losas o muros a elementos que deberían quedar libres para salvar el efecto de torsión en un sismo. Fue como querer girar con el pie detenido, terminando en una fractura. así le pasó a los edificios. Si bien se modificaron el reglamento de construcciones para el entonces Distrito Federal y las Normas Técnicas Complementarias, la corrupción siguió, personas que construyeron una recamara más, edificios con un piso más, sin modificar la cimentación, remodelaciones agarrándose de elementos estructurales que deberían quedar libres y así nos podemos seguir en ejemplos, uno tras otro.

En 2022 los dos sismos fuertes de septiembre el primero de ellos el del 19 de día y el otro fue de madrugada, nos debería tener con 37 años de experiencia, sin embargo, mucha gente corrió, se resbaló, pisaron unos sobre otros, en el de noche alguna persona se desnucó, no todas las alarmas sísmicas funcionaron, mucha gente no se sale, no toman con seriedad los simulacros. 

Ahora bien, por qué este sismo no fue tan catastrófico como los anteriores, por varias razones, una de ellas fue la poca duración. El sismo de 1985 tuvo una  duración muy larga, el sismo de 2017 una velocidad no vista antes, además de la fuerza. El sismo de 2022 duró poco y la velocidad fue mucho menor, pero lo más importante fue tener esa válvula de escape en los volcanes el Popocatépetl y el de Colima que presentan actividad, eso nos ayuda a liberar energía y evitar un sismo de dimensiones catastróficas. 

Hay mucho por hacer, la corrupción continua, pero todos los edificios deben tener una verificación o dictamen estructural cada 5 años, aunque no tiemble y si es un sismo de magnitud igual o superior a 6.5 se debe hacer un dictamen de seguridad estructural en todos los inmuebles. A 37 años ya se debe tener una cultura sísmica para no hacer remodelaciones sin asesoría técnica o de un especialista, apegarse a las leyes y reglamentos de construcción vigentes en cada estado, región o país. 

La tierra es un ente vivo y todo el tiempo está temblando, las placas se mueven constantemente y estamos en el cinturón de fuego. Todos los días tiembla, acostúmbrense, y manténganse alerta. 

Les dejo un abrazo y nos leemos la próxima.

Pongo la publicación del 2005 por si quieren leerla.   

 








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