Nanotecnología + arquitectura

 

La nanotecnoía ligada a la arquitectura es cada día más tangible. Edificios conscientes de su propia existencia, entidades vivas y en movimiento, transformación y adaptación son el próximo paso. 

Pensar en pequeñas máquinas en el torrente sanguíneo de los edificios es imaginar que recorren desde su piel hasta sus entrañas y las instalaciones que la conforman, toda su estructura como si fuera el sistema óseo. 

Nanomáquinas repartidas en un edificio con diferentes propósitos, en lo estructural para ir reparando cualquier fisura en las columnas, trabes, o en el sistema geométrico estructura como si fuera un panal de abejas. Previo o después de un sismo lo edificios tendrán la capacidad de reforzar sus elementos o reparar cualquier daño que se pudiera generar por un movimiento en las placas tectónicas. 

Nanomáquinas en la piel de la arquitectura nos hacen pensar en que se puede adaptar en color, o función una fachada sea cual sea, para atraer la luz del sol y convertirla en energía eléctrica o bien para repelerla, también para cambiar la transparencia de la piel, desde un cien por ciento que nos haga pensar que no hay intermediario entre el interior y el extrrior, hasta generar una opacidad tal que parezca un muro. Del mismo modo las paredes en su totalidad se convierten en toda su superficie en un cargador, ya no hay enchufes, las superficies pueden cargar cualquier dispositivo. 

Las instalaciones también llevan nanomáquinas que van purificando el agua o el oxigeno que circula por sus tuberías, hasta un extremo en el que se pueda conducir materia para imprimir comida. 

Todo el edificio está conectado al ser humano por medio de nanomáquinas en el torrente sanguíneo o en la mente, con la capacidad de leer los pensamientos del habitante, así con sólo pensarlo el interior cambia de color, iluminación, mobiliario, aroma, música, apariencia. ya no son necesarios los teclados, las pantallas, los CPU, ningún periférico, la comunicación es directa entre las nanomáquinas y el ser humano, tanto las máquinas que lleva en el cuerpo como las que se encuentran en el edificio. 

De un poco de esto y de la sobrepoblación que nos obligará dentro de 250 años a contar con más planetas y satélites para habitar, propongo la creación de 12 satélites similares a la luna, para habitarlos, con nanomateriales, así como con grafeno, fulereno, nihon y más. De ello hablo en dos de mis libros, uno es NanoTECHture y el otro 13 Lunas.